Día Mundial de la Tierra
La tierra es nuestra casa, adornada de paisajes en florescencia, con un relieve que es nuestro patio, para correr por ella, con disponibilidad de aire 24/7, energía de la planta más grande del universo, techado con un cielo azul, adornado de luces florecientes, que, al apaciguarse el sol, se queda la vía láctea con su asombro.
La habitamos millones de personas, animales, plantas y
microorganismos, la abrazan los cerros y volcanes, la espejean los ríos, lagos,
lagunas, océanos, la cobijan los desiertos, la peinan los otros planetas, la
envidian los marcianos.
Si es Nuestra casa, ¿Por qué la descuidamos?, ¿Por qué
la maltratamos?, ¿Por qué la despeinamos?, ¿Por qué la fundimos en el dolor?
Nos encontramos en el momento más peligroso de la historia
de la humanidad. La renacida amenaza nuclear y el cambio climático han hecho
que el llamado reloj del apocalipsis esté más cerca que nunca del temido
momento.
La huella humana en el planeta es hoy tan extensa como variada: aumenta la frecuencia y la fuerza de los huracanes, de los grandes incendios, se funden rápidamente los glaciares en el Ártico, desaparecen mares y lagos. Fernando Valladares, 8 de marzo de 2018.
Es importante mencionar que estamos al borde del caos
planetario, la aceleración y destrucción de los ecosistemas, uso irracional de
los recursos, pobreza, desigualdad y dominio de poder, concentración de
recursos, baja disponibilidad de alimento para la humanidad, contaminación
excesiva, impacto social, económico y político.
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